miércoles, 1 de mayo de 2013

Yo era

Cuando era niño pasaba horas frente al espejo.
Hablaba mucho, demasiado. 
Siempre me pedían silencio, pero era difícil para mi contemplar el silencio siendo tan inquieto.
Era infinitamente caprichoso y obstinado.
Recuerdo que a los 6 o 7 años una maestra le dijo a otra que era un tanto vanidoso. Y entonces volví corriendo a casa para buscar esa palabra en los diccionarios a ver de que se trataba mi cualidad. Nunca lo considere, sin embargo fue algo que siempre estuvo en mi mente. Y quizás fue un hecho que impulso el juicio interno acerca de quien soy. La bipolaridad.
Entonces mas tarde me volví obsesivamente católico, pulcro, culto, delicado.             
Todos los domingos la misa era sagrada para mi, al igual que mis rezos antes de dormir y al despertarme.
Como minimo 3 veces a la semana debía estar en la biblioteca leyendo acerca de rarezas o haciendo mis tareas ya resueltas. 
Mientras allí se oía el sonido metálico de los autos. En invierno pasaba las horas observando la lluvia por detrás de los cristales a la ves que contaba números y revisaba mis cuadernos para entonces emprolijar mis errores, o mi gramática o volver a releer un capitulo de psicoanálisis tratando de entenderlo al fin. 
Siempre estuve solo en la biblioteca , nunca pedí llevarme libros. Ese lugar para mi era un circulo mágico donde podía también jugar ya que no tenia amigos ni tampoco juguetes.
Tenia si una mejor amiga, que en este caso fue mi prima. Con ella si jugabamos, aunque aveces teniamos conflictos porque yo amaba sus muñecas barbie. Y a ella le aburría un poco. Pero sin exagerar,  era lo mejor era bañarlas en la bacha de la cocina imaginando una piscina lujosa, entre otras cosas que salían de la improvisación con Ken o los pequeños autos descapotables .
Siempre imaginaba viajes largos, me encontraban durmiendo en cualquier sitio, al parecer mi imaginación concluía en el sueño. Otras veces me perdía. Me obsesionaban mis deseos. 


Con el tiempo mi corazón se cristalizo, cayo al suelo repartiéndose en mil pedazos;Algunos se los ha llevado el viento por ahí, otros los ha arrastrado el agua de las lluvias o los ha fundido el calor turbulento de los veranos noventosos.

Contornos morados 
Angustias pequeñas y filosas.

Siento temblores, mis oídos comenzaron a zumbar y unas cuantas lágrimas intentan despojárse de esa insustancial melancolía, profunda, quieta, fina, permanente. 


Melancolía .


El tiempo comenzó a secar mi piel, anudo mi esófago, mis pies comenzaron a echar raíces, mi cuerpo aprendió a nutrirse del sol. 


METAMORFOSIS



Aprender a definir.

Desperté una noche, me sentí inquieto, quise salir y me di cuenta de que estaba plantado al piso, exhalando lagrimas por medio de mis poros. 


Tuve deseos de sentir el aire recorrerme por dentro, pero no pude expandirme de tal forma.
Este tiempo ha sido parte de la misma búsqueda.

Silencio, amor, fe, oración, paz.
Lo he creado tan profundo dentro de mi, que es un camino que solo yo he conocido. Me he cerrado sin querer, me volví parte de esos pequeños horizontes que he dibujado en mi imaginación.



Mi búsqueda es reconocerme dentro de un ciclo de existencia.
Mi deseo es reencontrarme con esas partes que integran mi fuente . 
Fortalecer mi espíritu, reconocer la dualidad e inducirme en un sueño liviano y real.
Tal como lo he creado